miércoles, 6 de junio de 2012

Por qué no quiero que gane LeBron.



Si LeBron gana un título pronto, ver la NBA va a perder muchísima onda para mí.  El verlo fracasar una y otra vez es algo muy motivante para ver la temporada y si lo logra no va a ser lo mismo ver que sólo tenga un anillo a verlo retirarse sin uno.

No digo esto porque lo odie, me caga, pero no lo odio, tengo su jersey azul de Cleveland y hasta cierto punto me compadezco del tipo, pero verlo fallar es tan interesante que espero nunca acabe. 

Me explico.

Si hablamos de “los grandes” de la historia del basket, ninguno de ellos llegó a la liga con la mitad de expectativas que traía LeBron.  Todos lo catalogaron como el siguiente Jordan y desde que tenía 16 años traía el peso de todo fanático del basket en sus hombros.  Esto no es su culpa, su culpa es habérselo creído y no haberlo cumplido.  Estamos hablando de alguien que tiene tatuado “Chosen One” en la espalda y ningún campeonato en sus dedos (a menos que lean esto después de que ya ganó uno).  Sí, el cabrón ha hecho cosas espectaculares, pero todo mundo espera que gane 7 o más títulos.  Cosa que está mal y no, porque siempre le exigimos a nuestros ídolos y esperamos que cumplan de una u otra forma.  Desafortunadamente, LeBron no sólo deja de cumplir, sino lo maneja con las nalgas.  Quitarse el uniforme de Cleveland después de perder contra Boston, humillar a toda la ciudad al irse a Miami de forma tan pública y unirse con Wade y Bosh en un movimiento que todo basquetbolista condena como patético porque el punto es jugar contra los mejores, no aliarse con ellos.

 Casi.


No participar en el concurso de clavadas, desaparecer en las finales contra Dallas y contestar como chamaco caguenge ardido después de su eliminación:

“All the people that were rooting on me to fail, at the end of the day, they have to wake up tomorrow and have the same life that they had before they woke up today. They have the same personal problems they had today. I’m going to continue to live the way I want to live and continue to do the things that I want to do with me and my family and be happy with that. They can get a few days or a few months or whatever the case may be on being happy about not only myself, but the Miami Heat not accomplishing their goal. But they have to get back to the real world at some point.”

Convertir a Wade en una diva rockstar asquerosa, a la afición de Miami en la más mierda que llega tarde y se va temprano de los juegos, y últimamente, no querer presentarse a las conferencias de prensa después de los juegos.  Aparte, su actitud de “epa, esto no tenía que ser tan difícil” es una mamada.  En serio esperaba que el resto de los equipos tiraran la toalla en cuanto empezaran los Playoffs, y al darse cuenta que eso no pasa, no sé si tenga lo necesario para sacar adelante al Heat.

Hay que tener huevos, dejar de llorar y de culpar a los demás y decir que “dieron su mejor esfuerzo” cuando claramente no lo está haciendo.  En varias jugadas lo único que hace es servir como distracción mientras Wade… o Haslem, tira.  Chéquenlo, se para en la esquina de la cancha con las manos en las rodillas y no hace nada.  Bron tiene que pedir el balón y ser el héroe que todos esperan que sea.  No importa que sea la decisión equivocada o que tenga triple marca, así se hacen los grandes y hasta que no lo logre seguirá siendo un fracaso.   Jordan jugaba mejor que nadie en los Playoffs, sigue con el mejor promedio de puntos por juego en la historia (seguido por LeBron).  Shaq llevaba su juego a otro nivel en el momento que le ponían el “Playoffs” a la cancha.  Robert Horry se convertía en Big Shot Rob, Billups en Mr. Big Shot, los Spurs en un robot de fundamentos invencible y LeBron sacaba su mejor juego en Playoffs con Cleveland.  Ahora, sólo se ha convertido en el choker más caro de la historia.

Todo esto hace que verlo fracasar sea tan pinchemente maravilloso.  Porque pasa de ser King James a ser un idiota, como yo.  Se convierte en un atleta con el mayor número de obstáculos a superar para ganar un campeonato y no lo logra.  Pero como nos caga, es divertido verlo.  No como Nash, que sí nos duele.  El obstáculo de Chamberlain era Russell y llegó a ganarle. El obstáculo de Bird era Magic y le ganó una vez.  El de Magic era Bird y le ganó 2 veces.  El de Jordan eran los Pistons y después de perder contra ellos 2 años seguidos, se apoderó del juego y nunca lo soltó.  El de todos los que jugaron contra Jordan era Jordan (por eso era increíble querer verlo perder y devastador jamás haberlo visto). El de Kobe fue hacer algo sin Shaq, y lo logró 2 años seguidos.  El de Shaq hacer algo sin Kobe e, irónicamente, lo logró con Wade en Miami.

El obstáculo de LeBron es el mundo entero. Soy yo, son ustedes, son los haters, son los fans, son sus amigos, son todos los equipos que no quieren dejar ganarlo porque sienten que no se lo merece, son los bloggers, los reporteros, los escritores, los ciudadanos de Cleveland y todo aquel que disfruta de la NBA. 

Creo que a estas alturas lo único que motiva a LeBron es un “prove them wrong” a lo bestia que sólo se compara con nuestro papá o maestra que siempre nos dijo que no íbamos a lograr nada y ahora ya le podemos restregar en la cara que tenemos un trabajo mediocre y se chinga.

Yo odiaba a Jordan porque nadie le podía ganar y porque impidió que varios de mis jugadores favoritos ganaran un título.  Pero sólo alimentó ese odio ganando, nunca haciendo las mamadas que hace LeBron.  Y por eso es más chingón odiar a James, porque nos da motivos y razones.  

Porque se ha encargado tan bien (sin querer y queriendo) de convertirse en "el villano" de la liga, que me cae mal.  Y me encanta que sin importar lo que pase, todos estamos esperando ese momento que lo defina.  Ya sea una eliminación o un campeonato o 12, pero se ha convertido en el foco de la liga.  No porque sea su mejor jugador sino porque es un fenómeno que nunca había existido y todos queremos que tenga un final.  Él quiere ganar, todos los demás queremos verlo perder para que siga esta maravillosa telenovela.

Creo que está del culo ser LeBron (sin contar el dinero, las viejas, lo mamado y la fama) porque poco a poco se convierte en alguien que jamás va a complacer a los demás.  Si gana 1 título, tiene menos que Isiah Thomas, si gana 2 tiene menos que Magic, si gana 3 tiene menos que Duncan, si gana 4 tiene menos que Kobe, si gana 5 tiene menos que Jordan, y si gana 6 tiene menos que Russell.  El señor James tiene que cambiar el juego de una forma que nadie ha visto antes (cosa que empezó a hacer bien y luego la cagó) para que todos digan “Bien, fue suficiente”.

 Por ejemplo.

Hasta que eso no pase, yo seguiré yéndole a todo equipo en la liga antes que a Miami.  Y el día que ganen, la voy a pasar muy mal y echarle porras a sus rivales ya no va a ser lo mismo.  LeBron se ha convertido en ese jugador que amamos odiar y que por nuestro estándares, no se merece ganar un título.  No tengo idea cuáles son esos estándares, pero sé que algo le falta.  Tiene el talento pero no el corazón ni el hambre y tiene que darse cuenta que lo que tiene que hacer es dejar de jugar para nosotros y para lo que digan los demás.  Tiene que jugar para ganar todos los anillos que pueda y ya, eso es todo.

Creo que el legado de LeBron James sería mucho más interesante si no llega a ganar un título porque es justo lo que nadie esperaba de él.  Nadie pensaba que se convertiría en este malo de la NBA que produce que fans de los Lakers le vayan a los Celtics con tal de que su equipo no gane.  Y justo este tipo de fenómenos son los que me hacen desear que no gane.  El factor LeBron causa cosas muy bizarras en la NBA y sus fans, y en lo personal, amo verlas y espero que sigan ocurriendo.

PD
Ayer LeBron ganó su primer título.  Ver su sonrisa y emoción al recibir el trofeo Larry O'Brien hicieron que cambiaran algunas opiniones.  Sigo pensando que la NBA hubiera sido más interesante si él no ganara, pero no mames el juego que dio y lo merecido que lo tiene.  Algún día nos llamarán afortunados por haberlo visto jugar.  Respect where respect is due.  Bien ahí, King James.


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